Esta es una técnica de vieja data pero que aún se emplea debido al gran impacto visual que puede lograrse con ella.
Esta técnica se inicia con la aplicación del lápiz sanguina continuando con el carboncillo y finalizando con leves toques de luz a cargo del pastel blanco.
Para su ejecución puede emplearse papel Kraft pero se logran mejores resultados sobre cartulina Canso o Prisma con un color de fondo
Más información